Testimonio Convivencias, de Macarena Pérez
Soy Macarena, tengo 22 años y estudio Educación Primaria en la Universidad de Sevilla, ya el próximo año acabo la carrera.
Este curso 2023/2024 ha sido mi primer año en el SARUS, aunque ya sabía de la existencia de esta pastoral. No me atreví a ir antes porque soy una chica muy tímida y me daba vergüenza ir allí y no conocer a nadie, sin embargo, en la JMJ de Lisboa, coincidí con muchos jóvenes del SARUS y aunque no cogí muchísima confianza con ninguno tenía claro que para el curso siguiente iría. Uno de los mejores regalos que me hizo el Señor en la JMJ fue aprender a confiar en Él abandonándome en sus manos, y así lo hice llegó septiembre y allí estaba en la capilla del Rectorado.
Comencé a ir jueves tras jueves y ¡ojalá me hubiera animado a ir antes! A principio de curso se organizó una convivencia en el Rocío, yo no estaba segura de sí ir o no, no conocía prácticamente a nadie, pero menos mal que fui, la gente me convenció diciéndome que al principio todos iban igual que yo, que es el lugar idóneo para conocer a la gente y efectivamente así fue. Estuvimos hablando sobre lo que nos dijo el Papa en Lisboa, estuvimos por la aldea, fuimos a la ermita, hicimos gymkanas… En definitiva, esta convivencia fue para mí un antes y un después en el SARUS, me sentía el corazón lleno y muy alegre viendo como Dios pone en mi vida a personas que son un regalo.
Pasaron más jueves y más jueves y llegó febrero, tras los exámenes se volvió a hacer una convivencia, esta vez en Guadalcanal. A esta iba con diferentes expectativas que en la del Rocío, en esta quería volver a encontrarme con el Señor, tras un mes intenso de exámenes y tanta rutina necesitaba sentirme aún más cerca de Dios. Esta vez el tema era Los Elegidos, sobre los discípulos de Jesús. Fue muy enriquecedora, escuchamos diferentes testimonios de jóvenes del SARUS en donde hacían similitudes con algún discípulo, los cuales también tenían preocupaciones y problemas como todos nosotros. Además también tuvimos algún que otro juegos, reflexiones, adoración, dinámicas…
Hubo una en concreto que me encantó, en el grupo en el que estábamos teníamos que decir a cada uno de los componentes cosas buenas de ellos, cómo crees que son aunque no los conocieras mucho. Fue precioso como ver las caras de cada uno del grupo, y me hizo pensar que cosas como esas habría que hacerlas más a menudo, no estamos acostumbrados ni a decirlo, ni a que nos lo digan, pero deberíamos hacerlo más. Mis expectativas se superaron con creces y fue por las personas que me tocó en el grupo, el grupo 5. Cada una de ellas me acercó a Dios a su manera y es precioso ver como a través de otros nos acercamos a Él.
Por último, animaros a venir al SARUS, la gente aquí es estupenda, intercambias opiniones o escuchas puntos de vista que ni siquiera te habías planteado. Somos muy afortunados de poder disfrutar de este espacio en la universidad. Conozcas o no a gente, vente, es un sitio maravilloso para encontrar a jóvenes con muchas inquietudes parecidas a las tuyas y además, es un sitio en el que te encuentras con el Señor y las convivencias, en mi caso, han sido unos momentos que han propiciado ambas cosas.