El SARUS nace como fruto del Convenio de Cooperación entre la Universidad de Sevilla y el Arzobispado hispalense, firmado el 22 de noviembre de 1988, y que encuentra su fundamento tanto en los arts. 9 y 16 de nuestra Constitución como en los Acuerdos del Estado Español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, de 3 de Enero de 1977[1]. A través de dicho Convenio, renovado el 7 de abril de 2022, se facilita poder cubrir las necesidades de servicios religiosos de aquellos miembros de la comunidad universitaria que lo deseen, y articular la contribución de la Iglesia católica al progreso de la cultura y la educación integral de la persona.